Cirugía de Casas - Lectura recomendada
Acabo de terminar de leer el libro "Cirugía de casas", cuya autoría pertenece a uno de mis arquitectos de cabecera, el Arq. Rodolfo Livingston.
El libro está escrito desde la perspectiva de un arquitecto con añares de experiencia y que, se nota, conoce perfectamente la profesión y la carrera en las facultades argentinas. Más allá de algunos desvaríos simpáticos en los que se va del tema y hace algún que otro chiste (tengamos en cuenta que lo escribió en los 80´, siendo mucho más jóven!), el libro es muy atrapante, especialmente para los arquitectos jóvenes que están enfrentándose de a poquito a la realidad que es la profesión. Como el mayor trabajo que realiza es el de reformas, refuncionalizaciones y ampliaciones, se ve a sí mismo más bien como un médico/arquitecto de familia (de ahí el nombre de otro de sus libros, que pronto espero leer, "Arquitectos de familia"), reivindicando la consulta profesional como una herramienta de trabajo que debe ser tomada en serio y aplicada correctamente para dar solución a las inquietudes de los "pacientes". A diferencia de lo que suele suceder en la profesión, que las consultas se dan gratuitamente y muy por arriba, sin demasiadas especificidades, ya que lo que se quiere asegurar es ser imprescindible para el proyecto y dirección, y que el cliente no tenga más opción que contratarnos para dichas tareas. Esto hace que el cliente se comprometa a realizar ambas con el profesional, con mas dudas que certezas.
Comparto algunos fragmentos con los que me sentí muy identificada en mi pensamiento y en la forma en que trabajo y deseo relacionarme con, como diría Livingston, "mis pacientes":
"Existen dos arquitecturas: la de los grandes ejemplos que figuran en los libros, perlas aisladas que provocan la admiración y la polémica entre los arquitectos y aquella otra arquitectura cotidiana, imperceptible casi para los teóricos, los congresos y las revistas especializadas, que es donde vive la gran mayoría de las personas.
Esta arquitectura cotidiana es reformada frecuentemente para adaptarla a los habitantes, que se renuevan, o a los cambios en sus costumbres, sin que esas obras queden registradas en las estadísticas de construcción y sin la intervención, en la mayor parte de los casos, de los arquitectos. La mayoría de estas reformas están aceptablemente bien ejecutadas desde el punto de vista constructivo: podría deducirse, por lo tanto, que los arquitectos son prescindibles. Sin embargo, lo que suele fallar es el diagnóstico, es decir, la base de las decisiones importantes con respecto de la organización del espacio; porque los albañiles, como es Iógico, se limitan a ejecutar lo que el cliente pide, que no suele coincidir con lo que el cliente realmente quiere. Esta decodificación, el diagnóstico, es, a mi juicio, el aporte más importante que debe realizar el arquitecto a su cliente y constituye la esencia, la clave del proyecto."
"No se trata solo de que las personas 'quepan' o 'circulen' y mucho menos de que los volúmenes se 'enfaticen' y otras frivolidades por el estilo, sino nada más y nada menos, que de ayudar a la gente a que sea más feliz, mediante una óptima organización del espacio habitable."
"El método que aplico para la decodificación de la demanda del cliente se corresponde con mi concepto de la profesión: la casa es del cliente porque él la paga y él vivirá allí. Mi trabajo consiste en ayudarlo a interpretar su deseo más profundo en relación con el habitat, ayudarlo a superar todo lo que se interponga ante ese deseo aunque el obstáculo sea su propio proyecto.
La arquitectura es para mi, un servicio. La casa es de él y yo ayudo a vivir. La estética, la distribución, los materiales, en fin, todo lo que manejamos los arquitectos debe estar, a mi juicio, dirigido hacia ese fin principal. Como artista, mi placer supremo consiste en responder al desafio de encontrar una respuesta óptima, verificable con la felicidad del cliente al habitar su casa."
Nota: El Arq. Livingston ofrece la descarga gratuita del libro desde su página oficial. Aquí el link: Cirugía de casas